El jueves 11 de agosto salimos desde la Bahía de Pollença (norte de Mallorca) con la intención de navegar la costa de la sierra de Tramuntana y finalizar en Cala Viñas, en la costa de Calviá (oeste de Mallorca).
Protagonistas: Gabriela y Rodolfo.
Duración: 6 días
Fecha de partida: 11/08/2011
Fecha de llegada: 16/08/2011
Recorrido: 150 Km
Tramo: Playa de Pollença - Cala Viñas
Duración: 6 días
Fecha de partida: 11/08/2011
Fecha de llegada: 16/08/2011
Recorrido: 150 Km
Tramo: Playa de Pollença - Cala Viñas
Relato de la aventura
Dia 1 jueves 11 de agosto 2011.
Tramo: Playa de Pollença – Cala Boquer
Dia 1 jueves 11 de agosto 2011.
Tramo: Playa de Pollença – Cala Boquer
Partimos de la playa de la Bahía de Pollença, con rumbo norte, a las 10,30 hs de la mañana de
un soleado día de agosto, con una brisa suave del NE y la mar en calma.
Fuimos avanzando hacia el NNE dejando atrás la playa de Formentor, cala Murta y llegamos a cala en Gossalba a las 13hs
Dejamos nuestros kayaks en la calita del extremo izquierdo y nos refugiamos del sol bajo unos pinos aferrados a su ladera de piedra, comimos, nos bañamos y descansamos placidamente hasta las 17 hs., ya dispuestos a doblar el cabo de Formentor buscando un sitio para pasar la noche.
Luego de doblar cabo Formentor, pusimos rumbo a cala Figuera, y llegamos a esta a las 18,30 hs.
Cala Figuera es accesible por un camino que sale de la carretera que lleva al Faro de Formentor, a esa hora había bastante gente y la cala de piedras se encontraba sucia, por lo que decidimos no bajar y seguir por la costa hasta encontrar la próxima cala, que se llama cala Boquer.
Llegamos a las 20,30 hs. a cala Boquer, (también de piedras, característica esta de la mayor parte de las calas del noroeste de la isla), que por tierra solo tiene acceso peatonal.
Nos sorprendió un asentamiento temporal de pescadores de la zona, montados en la margen derecha de la cala, a la cual llegaban y salían barcas con motor.
Después de cenar nos acostamos a las 22,30 hs., cansados después de haber navegado 30 km por el extremo más septentrional de Mallorca.
Dia 2 viernes 12 de agosto 2011.
Tramo: Cala Boquer – Cala Castell
Tramo: Cala Boquer – Cala Castell
El sol nos despierta temprano y después de desperezarnos y desayunar, desmontamos campamento y salimos sobre las 9 hs. rumbo a cala San Vicente con viento suave del E y marejadilla.
Luego de palear unos 50 minutos arribamos a cala Clara, que es una cala pequeña de arena, situada entre las 2 calas mayores de cala San Vicente.
Pasamos el día y comimos en un restaurante encima de la cala, la idea era hacer un tramo más corto y reservar fuerzas para el siguiente día.
Por la tarde nadamos y disfrutamos de la claridad de sus aguas, nos abastecimos de agua y alimentos en un supermercado y partimos para cala Castell sobre las 17 hs.
Arribamos a cala Castell después de navegar una hora con mar en calma, dejando atrás cala Estremer, separada por una península de roca de cala Castell.
Decidimos pasar la noche en la margen derecha de la cala, que es de piedras y en el centro de la misma existe una única construcción particular.
Ese día al llegar, encontramos 7 kayaks en el centro de la cala, que pertenecían a un grupo de italianos que estaban dando la vuelta a Mallorca navegando en sentido contrario al nuestro.
Hablamos con ellos y nos contaron que el trayecto de ese día les llevó 7 hs. de paleo con viento en contra, sin poder parar, dado que es un tramo de acantilados, sin calas de refugio, el mismo tramo que al día siguiente haríamos nosotros.
Cenamos bajo una luna casi llena que asomaba por los acantilados y después de extasiarnos con el cielo estrellado del Mediterraneo nos fuimos a dormir.
Dia 3 sabado 13 de agosto 2011.
Tramo: Cala Castell – Cala Tuent
Tramo: Cala Castell – Cala Tuent
Decididos a acometer el tramo más duro de la travesía, madrugamos y a las 8 hs. nos echamos a la mar, con viento suave del NE.
Fuimos paleando a buen ritmo y después de 1 hora, el viento se calma dejando la mar como un espejo y el sol se hace notar.
Mientras avanzábamos, nuestra vista se fijaba en los altos acantilados poblados de pinos en su cresta, salpicados por cuevas que a veces inspeccionábamos y así de paso sofocábamos el calor que iba en aumento a esas horas de la mañana.
Con el mar en calma total y el calor del mediodía, se hace monótono el paleo y pareciera que se avanza menos que con algo de viento desfavorable o marejadilla.
Llevábamos ya 5 horas de paleo cuando alcanzamos cala Codolar, que de cala no tiene nada porque su costa es de rocas del tamaño de un coche pequeño, aunque nos acercamos no paramos en ella y continuamos hacia Sa Calobra, pasando por cala Capellans, del mismo tipo que la anterior.
A las 13,45 hs por fin, tocamos la costa de Sa Calobra, muy cansados después de 5,45 hs. de navegación.
Según desembarcamos, conocimos a la Sra. Catalina (popularmente conocida entre los vecinos de Sa Calobra), esta simpática Sra. nos contó como era Sa Calobra cuando ella era una moza, (ahora cuenta con 82 años muy bien llevados).
Su relato nos cautivó porque nos revelaba hasta que punto, y en tan corto espacio de tiempo, el turismo ha cambiado este paraje único, que aún sigue teniendo un encanto impresionante (y esperemos que siga así durante muchos años más).
Por la tarde, después de comer en uno de los 5 restaurantes que hay en Sa Calobra (4 del mismo propietario y no hay supermercados), pasamos por la casa de la Sra. Catalina para despedirnos y llevarnos agua fresca y unas naranjas que tenía preparadas para nosotros.
Que suerte encontrarnos con gente tan amable y abierta como la Sra. Catalina, llena de vitalidad y simpatía, es otra de las sorpresas de esta isla que nunca se termina por conocer del todo.
A las 18 hs. montamos en nuestros kayaks y pasamos por el Torrente des Pareis, una obra maestra de la naturaleza, que está unida por un camino peatonal a Sa Calobra.
Este Torrente natural se abre desde el mar, cercado por altísimas paredes de piedra que brindan una visión espectacular del entorno.
Ya rumbo a Cala Tuent, nuestro destino final por este día, dejamos atrás el morro de Sa Corda y nos adentramos en una bonita cala de piedras (la más larga de las vistas hasta el momento), tocando su costa a las 19,10 hs.
De esta cala sale un sendero peatonal que recorre Sa Costera y llega hasta Soller.
Cala Tuent tiene acceso por carretera y existen en su entorno numerosas viviendas unifamiliares, mimetizadas muchas de ellas, entre la abundante vegetación del lugar.
En un extremo de la cala hay una vivienda habitada, y a su lado unos baños públicos.
Esa noche cenamos unos bocatas a la luz de unas velitas y del relajante aroma de un incienso que Gabriela encendió a orillas del mar en plan chill out.
Dia 4 domingo 14 de agosto 2011.
Tramo: Cala Tuent – Port des Canonge
Tramo: Cala Tuent – Port des Canonge
Salimos de cala Tuent a las 8,30 hs. rumbo a el Pto. de Soller.
Dejando atrás Sa Costera pasamos por Ses Illetes y a las 10,40 hs. llegamos al puerto de Soller con marejadilla y viento suave del NNE.
Desembarcamos en la playa de Soller, al lado de la caseta de la cruz Roja, y nos fuimos a desayunar a un bar del puerto.
Luego de una recorrida por la zona de la estación del tranvía y el puerto, buscamos la poca sombra que había a esa hora en la playa y nos tumbamos a leer hasta la hora de comer (día de mucho calor, 39º)
La oferta gastronómica en Soller es variada y nos decidimos por una pizzería del pto. y de postre un helado artesano muy bueno frente a la estación del tren.
A las 16,30 hs. seguimos nuestro viaje rumbo a cala Llucalcari, pequeña cala de rocas, pasamos frente a ella y seguimos hasta cala Deia, esta cala de canto rodado está coronada por dos terrazas de troncos y con techo de esterillas donde funciona un bar-restaurante que estaba lleno hasta la bandera, igual que la cala, por lo que tomamos unas fotos y seguimos hasta la península de Sa Foradada, impresionante gigante rocoso perforado en su extremo superior.
Desde allí seguimos por la costa que por esa parte se va desmigajando, y alterna acantilados rocosos con laderas pobladas de verdes pinares inclinados, rocas desprendidas a pie del mar y troncos de árboles derribados por aludes y desprendimientos de tierras.
Pasamos a continuación por caló de s’Estaca, pequeña cala amparada por una protección de rocas, detrás de la cual se ocultan (salvando algo la estética desde el mar) dos pares de casetas de bloques para resguardar embarcaciones de motor.
En el extremo izquierdo de esta cala hay un conjunto de viviendas agrupadas, y elevando la vista se puede ver la famosa finca de s’Estaca, antigua posesión del archiduque Luis Salvador de Austria y ahora propiedad de Michael Douglas.
A destacar la fachada de la casa actual de M. Douglas, que desentona totalmente con la construcción del lugar, sobresaliendo como una mancha blanca entre tanto verde y rompiendo con la armonía de la sierra.
Pasamos luego por el puerto de Valdemosa, que cuenta con una calita de piedras y un pequeño puerto en su extremo derecho. Encima de la cala existen viviendas y algún restaurante.
Sobre las 20,45 hs, próximos al puerto des Canonge, decidimos desembarcar en una pequeña cala solitaria de piedras y algas.
Pasamos la noche solos, iluminados por la luz de una gran luna que se iba elevando por el Oeste.
Día 5 lunes 15 de agosto del 2011.
Tramo: Port des Canonge - Cala Egos
Nos levantamos algo más tarde de lo habitual y después de desayunar tomamos alguna foto, desde lo alto de la cala, de los acantilados perfilados sobre el mar que habíamos dejado atrás en días pasados.
Partimos sobre las 9 hs dejando atrás puerto des Canonge y posteriormente cala Banyalbulfar.
Seguimos navegando con el mar calmado y con el sol en lo alto calentando más y más.
Llegamos a cala Estellencs sobre las 11 hs. y dejamos los kayaks en el extremo izquierdo de la cala, pegado a las casetas de pescadores.
Cala Estellencs cuenta con un único chiringuito en lo alto del extremo derecho, donde se puede comer aunque no tiene mucha variedad de platos.
Esta cala está unida con el pueblo de Estellencs, por una carretera asfaltada de mucha pendiente.
Luego de pasar la tarde nadando y descansando a la sombra, decidimos salir a las 17 hs rumbo a Sant Elm, frente a la isla de la Dragonera.
Navegamos con mar calmada y mucho calor, dejando atrás cala de ses Ortigues, y por último cala Basset, ambas de rocas y poco accesibles.
La isla de Dragonera imponía su silueta dejando ver el faro en su extremo norte.
Llegamos a Sant Elm bastante cansados a las 20 hs., nos duchamos y fuimos a comprar bebida y comida, para volver a la mar a las 20,30 hs.
Salimos con el crepúsculo, tratando de evitar la oscuridad y poder llegar a cala Egos antes que se hiciese de noche.
No lo logramos y arribamos a cala Egos a las 21,40 hs, con la linterna en mano buscamos un sitio, en su costa de cantos rodados, para desembarcar y lo hicimos en el extremo izquierdo sobre unas algas.
Armamos rápido el campamento y cenamos con la luna acechando por las laderas rocosas, frente a nosotros las luces del puerto de Andratx iluminaban la montaña.
Dia 6 martes 16 de agosto 2011.
Tramo: Cala Egos – Cala Viñas
Tramo: Cala Egos – Cala Viñas
Empezamos a remar el último tramo de la travesía a las 8,30 hs. pasando frente a el puerto de Andratx, dejando a nuestro paso Camp de Mar, Paguera, Sta. Ponça, y el Toro.
Entramos ya en la costa de Calvia que conocemos bastante bien, y es por lo que decidimos no parar hasta pasar el cabo de cala Figuera, cabo este, que delimita uno de los extremos de la extensa bahía de Palma de Mallorca.(el otro es el cabo Blanco).
Entramos en una pequeña cala cercana al faro a descansar, después de 4 horas de navegación, y sobre las 13hs ponemos rumbo a Portals Vells.
Llegamos en media hora a la cala de Portals Vells y después de dejar los kayaks nos sentamos a comer en el restaurante que hay en el extremo derecho de la cala principal.
Después de comer una buena paella de pulpo, nos echamos una siesta a la sombra esperando a que afloje el calor.
Partimos a las 18 hs hacia nuestro último objetivo, dejando a nuestro paso cala Falcó y arribamos finalmente a cala Viñas a las 18,35 hs.
Descansamos un momento en la playa, recordando los maravillosos paisajes vistos en estos días pasados, que hacen de la sierra de Tramuntana mallorquina un lugar único y especial, imponiéndonos un compromiso de conservación y respeto a la altura de su agreste belleza.
El 29 de junio de 2011 la sierra de Tramuntana fue declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO.